El ojeo de perdices es una técnica de caza menor de gran tradición en tierras manchegas – entre otras zonas de la geografía española -, en gran parte debido a la belleza y elegancia por las que se caracteriza esta práctica.

Hoy en día, cazar en un ojeo de perdiz roja autóctona es todo un privilegio para el que merece la pena prepararse y elegir con esmero todo lo necesario: el coto de caza, las armas y la indumentaria adecuada.

Qué atuendo llevar a un ojeo de perdices

Para practicar la caza de la perdiz se necesita disponer de libertad de movimiento, comodidad y estabilidad, siempre sin renunciar al estilo y la elegancia que caracteriza esta modalidad de caza. Veamos cuáles son las prendas más recomendadas para lograr una combinación perfecta entre lo práctico y lo estético:

– Gorra inglesa con visera para protegernos del sol.

– Calzado cómodo, resistente e impermeable, siempre acompañados de calcetines de abrigo. Lo más recomendable es utilizar unos zapatos a medida, que se adapten por completo al pie. También es de vital importancia que aporten la mayor estabilidad posible y que estén tratados con grasa de caballo para garantizar su impermeabilidad.

– Camisa de lana fina combinada con un jersey que abrigue y sea cómodo, por ejemplo de cashmere.

– Pantalones de lana, pana o franela, para protegernos del frío.

– En cuanto a las prendas de abrigo, lo más recomendable es utilizar un chaleco, ya nos permitirá una mayor libertad de movimiento durante el ojeo de perdices. Lo más habitual es contar con una chaqueta para cambiarnos en los momentos más formales, como por ejemplo para el almuerzo.

– Uno de los complementos más importantes son las hombreras anti-retroceso, muy útiles para amortiguar el molesto y peligroso golpe producido por el retroceso del arma tras realizar un disparo.

– Para aportar un punto extra de elegancia, lo ideal es añadir al outfit una corbata de lana, siempre cuidando de que sus colores combinen con los del jersey y la camisa.